La calabaza es un ingrediente versátil que se presta tanto para platos salados como dulces. En esta receta, aprenderás a preparar unos muffins esponjosos y llenos de sabor con un toque de miel y nueces. Perfectos para el desayuno, una merienda o como postre, estos muffins son una opción deliciosa que combina lo mejor del otoño.
Para preparar unos 12 muffins necesitarás:
Ingredientes secos:
Ingredientes húmedos:
Para decorar:
Precalienta el horno a 180 °C y coloca los capacillos de papel en un molde para muffins. Si no tienes capacillos, puedes engrasar ligeramente los moldes con aceite o mantequilla.
En un recipiente grande, mezcla la harina, el polvo para hornear, el bicarbonato de sodio, las especias y la sal. Remueve con un batidor de mano o una cuchara de madera para asegurarte de que las especias se distribuyan uniformemente.
En otro bol, mezcla el puré de calabaza, el aceite, la miel, los huevos y la esencia de vainilla. Usa un batidor manual para integrar los ingredientes hasta que tengas una mezcla homogénea.
Vierte la mezcla húmeda sobre los ingredientes secos y combina con movimientos envolventes. No es necesario batir demasiado; solo asegúrate de que no queden grumos de harina. Esto ayudará a que los muffins queden esponjosos.
Reserva un poco de nueces para la decoración y añade el resto a la masa. Revuelve suavemente para integrarlas.
Con una cuchara para helado o una cuchara grande, reparte la masa en los moldes para muffins. Llena cada molde hasta 2/3 de su capacidad para evitar que se desborden al hornearse.
Coloca el molde en el horno precalentado y hornea durante 20-25 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
Deja que los muffins se enfríen durante 5 minutos en el molde y luego pásalos a una rejilla. Una vez fríos, puedes decorar con un poco de miel adicional y las nueces reservadas.
Calabaza fresca o enlatada: Si decides hacer tu propio puré de calabaza, hornea o cuece la calabaza hasta que esté tierna y luego tritúrala. Asegúrate de que esté bien escurrida para evitar que la masa quede demasiado líquida.
Miel: Si prefieres un sabor más suave, puedes usar miel de flores. Para un sabor más intenso, la miel de castaño o de bosque son excelentes opciones.
Opciones sin nueces: Si alguien en tu hogar tiene alergia a los frutos secos, omite las nueces o reemplázalas por chispas de chocolate o pasas.
Muffins veganos: Sustituye los huevos por puré de manzana o un huevo vegano (mezcla de semillas de lino con agua). Usa miel de agave en lugar de miel de abeja.
Sin gluten: Cambia la harina de trigo por una mezcla de harinas sin gluten.
Aromas adicionales: Añade ralladura de naranja o un toque de cardamomo para darle un aroma más exótico.
Guarda los muffins en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante 2-3 días. Si deseas mantenerlos frescos por más tiempo, guárdalos en el refrigerador por hasta una semana o congélalos hasta por 3 meses.
Con esta receta, tus muffins de calabaza con miel y nueces se convertirán en una opción irresistible para cualquier momento del día. ¡Anímate a prepararlos y sorprende a todos con esta delicia casera!
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